1. Se
abre el telón
Alicia disfruta
los rayos del sol de octubre junto con Gabriel, están sentados en uno de los
parches de pasto que cubren Paseo de la Reforma, compartiendo una botella de
agua; sus guitarras, cansadas de viajar por toda la ciudad cantando, descansan
una al lado de la otra.
Mientras platican
sobre música, cine y demás temas fundamentales el sol termina de ocultarse, el
frío empieza a recorrer la Avenida, Gabriel abraza a Alicia para protegerla del
viento, ambos cierran los ojos, y sin que el otro lo sepa, recuerdan su primer
beso, bajo un árbol en Chapultepec, en medio de una tormenta que inundó la
Ciudad, aquella noche terminó con ellos abrazados, contemplando desde el
poniente de la metrópoli el sol naciente.
- Es hora de
irnos amor.
Alicia mira
a Gabriel y su corazón late con fuerza, siente ese calor especial que acompaña sus
caricias, minutos después, viajan abrazados en un vagón del metro de la Ciudad;
el reloj marca las 12:30 de la noche cuando llegan a casa, viven en un cuarto
en la azotea de un edificio, luego de cenar, preparar su ropa y hacer el amor,
los amantes reposan abrazados en su modesta cama.
Antes de
entregarse al sueño, Alicia imagina la vida con la que siempre ha soñado:
éxito, fortuna, comprar todo lo que quiera, no sólo lo que necesita; no es que
no sea feliz, pero siempre imaginó que su voz les daría una mejor vida, no sólo
la medianía en que viven.
Pero mañana
será otro día, quizás aquél en que todo cambie.
2. El Investigador
Isidro
Amador es un periodista de espectáculos al que nadie toma en serio, en un
ambiente lleno de parias, él es el rey, todos lo desprecian por su complejo de
detective privado, sin embargo, él es el único que cubre el caso de Alicia, a
quien ha seguido por años, tratando de averiguar qué relación tiene con su Representante.
Todo pasó a
una velocidad espeluznante: canciones Número 1, millones de discos vendidos,
videos premiados, estadios llenos, el mundo a los pies de la estrella; después llegaron
las drogas, los escándalos y las críticas; mientras tanto, el Representante seguía
a su lado, vigilando todo.
Isidro sabía
que el Representante era la clave: no tenía experiencia previa como productor, había
apoyado a Alicia con su dinero, pero no la trataba como una inversión; la
quería cerca de él, pero no evitaba que consiguiera amantes, cada uno peor que
el anterior; su prioridad era protegerla, pero las drogas se compraban con
efectivo sacado de sus cuentas.
Mientras
revisaba sus notas, sonó el teléfono:
- ¿Bueno?
- Soy el
Monje
- ¿Qué
tienes para mí, hermanito?
- Algo
gordo, pero tienes que volar.
- ¿Dónde?
- Santa Fe,
donde termina Vasco de Quiroga, sube por la autopista, te dejo la salida
abierta 15 minutos, más te vale llegar o se te va.
- ¿Qué
busco?
- Lo vas a
ver en cuanto llegues.
El Monje
colgó el teléfono e Isidro sintió un escalofrío, quizás hoy encontraría la
pista que le faltaba para cerrar el caso.
3. La
única constante.
Una tarde,
mientras el sol descendía sobre la Ciudad, Alicia y Gabriel tomaban cervezas en
un parque cerca de Metro Balderas con algunos amigos que trabajaban en la zona,
había sido un día lucrativo y todos estaban relajados, así que empezaron a tomar
peticiones; todos notaron el Mercedes negro que se deslizaba por la calle mientras
Alicia hacía gala de su voz, el auto se detuvo y la ventanilla descendió sin
dejar ver al ocupante.
En cuanto
Alicia terminó y las dulces notas de su voz aún bailaban entre los árboles del
parque, el hombre del Mercedes comenzó a aplaudir, lo primero que notaron fue
el anillo de oro en su mano derecha, coronado por una joya de color rojo
intenso, el viejo sonreía mientras aplaudía, todos sintieron un escalofrío,
algo hacía macabra su expresión.
Parecía
que la boca del hombre estaba llena de colmillos en vez de dientes.
La ilusión
duró un segundo, era un sujeto de mediana edad, un millonario excéntrico,
pensaron.
- Tiene
usted una voz maravillosa, un don que hacía mucho no encontraba, ¿estaría
interesada en una carrera musical?
- ¿Usted es
productor?
- Digamos
que poseo los contactos para compartir su talento con el mundo, ¿le
interesa?
- ¡Si,
estamos interesados!
El viejo sonrió al notar que Alicia tomaba a Gabriel del brazo, los amigos de
la pareja dirían después que la expresión de su rostro era amenazante, como si
sintiera lástima por Gabriel, esta impresión también duró un segundo, su
sonrisa era cálida y amable.
- Por
supuesto puedo extender la oferta a tu novio, ¿cuál es tu talento, muchacho?
Gabriel no quería
contestar, pero un apretón en el brazo lo obligó:
- Toco
varios instrumentos y escribo canciones.
- ¡Un dueto!,
aún mejor, tomen mi tarjeta, pasen por mi oficina, yo me encargo de todo.
La joya en la
mano del hombre reflejó la luz del alumbrado, Alicia tomó la tarjeta y sonrió,
oportunidades como esa no se presentan todos los días, cantar para millones y
ser famosa, es el sueño que ha alimentado sus noches durante años.
Lo que ella
no sabía ni llegó a sospechar, era que Gabriel no compartía ese sueño, el
prefería vivir sin ataduras, como lo habían hecho hasta entonces, sin
preocuparse ni deberle nada a nadie.
Quizás el
destino de Alicia habría sido diferente de haberlo sabido.
4. Noche
de Gala
Después de
la pelea entre Alicia y Gabriel durante un concierto, el Representante organizó
una fiesta en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad, para relanzar la
carrera de Alicia; los medios trataron de enviar reporteros, comprar videos, fotos
o testigos, pero nadie pudo satisfacer esta necesidad.
Isidro trató
de colarse, pero no pudo ni siquiera entrar al fraccionamiento donde sería el
evento, se sintió derrotado, pero al atardecer notó que las casas en una
colonia popular cercana tenían vista directa al lugar de la fiesta. El
reportero llamó a sus contactos hasta que consiguió un puesto de observación, ahora
sólo necesitaba enfocar y conseguiría la exclusiva del año.
Cuando el
reloj marcó la medianoche, el reportero estaba recostado en una azotea, tenía
permiso para estar allí el tiempo necesario y sus confiables cámaras apuntaban directo
al corazón de la fiesta, sabía que estaba por conseguir algo grande, pero no
había manera en que supiera qué tan grande era lo que estaban por ver.
La
presentación comenzó, no podía escuchar las canciones, pero podía escuchar las
melodías que salían de los altavoces; de pronto, un destello: Alicia apareció
vestida de blanco entre varios bailarines que la sostenían en hombros y la
llevaron hasta el centro del escenario; el público aplaudía, ella cantaba con
pasión, estaba entregando todo, las cámaras de Isidro disparaban una foto tras
otra, enfocando a la artista y los detalles del escenario, como las esculturas
doradas de animales salvajes.
La música no
paraba y la presentación se volvía salvaje a medida que pasaban los
minutos, Isidro estaba seguros que había visto a dos espectadores acariciando
el trasero de Alicia mientras ella cantaba Apasionada, uno de sus
mayores éxitos.
Las sombras
de los asistentes, a los que no podía ver con detalle por las luces del
escenario, iban tomando formas extrañas, parecía que bailaban, se movían al
compás de las notas, saltaban o se contorsionaban con la música, llegó el punto
en que Isidro juraba que se estaban quitando la ropa.
El clímax
del evento llegó a las 2 de la mañana, las luces cambiaron a un rojo intenso
tan rápido que lo deslumbraron, la intensidad y el color de la iluminación no
le dejaba distinguir nada, pero no por eso dejó de disparar las cámaras.
Fue entonces
que lo notó, el público se había levantado de sus asientos y rodeaba a Alicia;
mientras la música seguía, otro ruido lo alcanzó: los invitados entonaban un
cántico, no sabía lo que decían, ni siquiera el idioma que se hablaba, pero el
público cantaba.
La turba desnudó
a Alicia, ella dejó de cantar y los músicos se unieron al público, el cántico
se hizo más fuerte, la intensidad de la iluminación aumentó, la artista quedó
sepultada dentro de un mar de cuerpos que parecían estar bañados en sangre.
Una patrulla
le hizo saber de su presencia desde la esquina, Isidro apenas logró bajar antes
de que los policías lo vieran, dieron una vuelta a la manzana y desaparecieron.
El reportero
saboreaba su triunfo, pero sentía un extraño sabor metálico entre los dientes.
5. La
historia detrás del mito
Un viejo
Vectra subía por la autopista de Toluca, justo a tiempo para que los policías lo
dejaran pasar, obedeciendo las instrucciones del Monje; en cuanto llegó notó la
cantidad de policías que acordonaban un cuerpo en el asfalto, segundos después
lo levantaron y lo llevaron a la camioneta del forense, pero no antes de que Isidro
tomara varias fotografías.
De pronto
notó el Mercedes negro que había chocado con un poste, un remolque levantaba el
auto, en cuanto vio la placa, Isidro supo por qué el Monje le había llamado:
era el auto del Representante.
Siguió
tomando fotografías hasta que estuvo seguro de tener todo documentado, justo en
el momento en que varios de sus colegas llegaban, sólo para ser encapsulados
por los policías; seguro de tener la exclusiva, Isidro corrió a su auto para
revisar el material, hasta ese momento notó algo: las manos del cadáver no eran
las del Representante, eran las manos delicadas de largos dedos que vio muchas
veces en el escenario; entonces lo supo, Alicia había robado el auto, tal vez
en un intento desesperado por escapar, y había terminado su vida al pie de un
poste.
En cuanto se
publiquen las fotos ese infeliz va a pagar por lo que le hizo.
- ¿Por qué
habría de pagar por ayudar a alguien?
Isidro quedó
paralizado, no sólo por el miedo, sino por una fuerza invisible que lo sujetaba
contra el asiento, ¿cómo había entrado el Representante?
- No busques
las respuestas a cosas que no quieres saber, Isidro, ese sería mi consejo.
Sin poder
evitarlo, el Representante arrancó su cámara de entre sus dedos, ahí guardaba
toda la evidencia, ante la posibilidad de que la destruyera, Isidro empezó a
luchar.
- No te
resistas, no te voy a dejar sin recompensa.
El
Representante revisa la cámara, Isidro se da cuenta que no borra las fotos del
auto ni del cadáver de Alicia, buscan otra cosa; de pronto lo entendió.
- Lo siento,
no puedo dejar que nadie vea lo que viste, sería peligroso divulgar lo que pasó.
El
Representante borra las fotografías que tomó Isidro el día de la fiesta, el
reportero pensó en los respaldos que tenía en su maletín, sin dudar un segundo,
el viejo colocó una mano sobre el portafolio y el reportero pudo escuchar cómo
se rompían las memorias.
- Siento
tener que hacer esto, pero admiro tu tenacidad y me parece injusto dejarte sin
nada; tengo un regalo para ti, pero antes necesito borrar una última cosa.
El
Representante puso sus manos sobre la cara de Isidro, el reportero empezó a
luchar, mientras una luz intensa cubría sus ojos, después de algunos minutos,
la luz se apagó.
- Hasta
siempre, disfruta tu regalo.
Epílogo
La muerte de
Alicia dominó los periódicos por semanas, sus escándalos y excesos se mezclaron
con el dolor de Gabriel, que apareció junto con el Representante recibiendo las
condolencias de los deudos y llorando por la pérdida del amor de su vida; horas
después del accidente, Isidro llegó a una de las revistas de espectáculos más
importantes a venderles las fotografías del accidente y el momento en que
Gabriel, inconsolable, sujetaba la mano de Alicia mientras los forenses levantan
el cuerpo, la foto le valió un sueldo dentro la revista, e incluso ganó varios
reconocimientos por la imagen.
El
Representante, que sólo cumplió los deseos de Alicia, ayudó a Gabriel a
recuperarse produciendo su primer álbum, con el que meses después desplazó a
una malograda estrella, de la que muy pocos recuerdan su nombre.