- Buenos días.
Es hora de levantarte León.
Cuando escucho
eso recuerdo el despertador de mi padre, todas las mañanas nos despertaba el
sonido de un Fórmula 1; detesto decir que ahora extraño eso.
- Ya, estoy
levantado.
Mi madre era
igual, conservó las cajas de música que fueron tan populares a principios de
siglo hasta su muerte, nunca logré entenderlas, como tampoco entendí la música
que les fascinaba.
- Debes salir
a las 8:15 de la mañana.
- Ya sé, dame
un minuto, ¿quieres?
Ella murió
hace poco, mi padre la sobrevivió seis meses, durante los cuales su impulso
vital se extinguió, se encerró en su estudio, viendo los programas y películas
que amó; se quedó en su mund0 hasta que una mañana mi hermano lo encontró, murió
mientras dormía.
- Tienes que
bañarte.
- Ya voy.
No me
malentiendas, los amaba, pero no estuve tanto tiempo a su lado como mis
hermanos, así que nunca pude comprender su fascinación por su época, mi padre
decía que la tecnología de sus tiempos ayudaba, no controlaba.
- Es hora de
salir.
- Te escuché,
Heidi, me voy.
Nunca supe por
qué detestaban a los androides, que ahora son fundamentales para todos, se
encargan de todas las labores engorrosas, juegan todos los deportes peligrosos
e incluso pueden comunicarse con casas automatizadas.
Mientras conduzco
leo las noticias en el tablero, los terroristas azotando Oriente Medio, la
misma guerra comercial en Asia, Rusia y China imponiendo su condición de
superpotencias en alguna conferencia, Estados Unidos hundido en la misma Guerra
Civil.
Una noticia
llama mi atención:
“La
Directora de Desarrollo del Conglomerado de Corporaciones Consolidadas, Lisa
Jobs, anunció el lanzamiento de un nuevo producto a través de una nueva empresa,
Joy Division, dicho producto revolucionará la sexualidad humana y abrirá nuevas
posibilidades en su estudio.
El producto se
llama Satisfaction Maidens; son androides destinados al uso sexual de sus
dueños, la señorita Jobs explicó que la CCC unió la tecnología más avanzada en
robótica con los prototipos más avanzados de robots sexuales que se hicieron a
finales de los años 30, cuando estos productos fueron prohibidos en algunos
países.
Los Satisfaction
Maidens se venden a gusto del cliente, la apariencia física y el rostro pueden
cambiarse a voluntad sin afectar su funcionamiento, están recubiertos con una
piel de silicón de última generación, sus creadores, Gordon Cromwell y Francis
Hammond, indicaron que sus androides pueden hacer todas las tareas que están
fuera del alcance de las casas automatizadas, además que: “son capaces de
cumplir las fantasías y los deseos ocultos del usuario, sin sufrir consecuencias”,
la señorita Jobs informó que el mantenimiento de los nuevos androides tendrá el
mismo costo que los actuales.”
Una gran
noticia para mi compañía: el único capricho moderno de mi padre, quien montó
una refinería de titanio que utilizaba para los autos de carreras con los que
él y mi madre compitieron, sin embargo, cuando los androides se masificaron en
la década de los 40, el titanio se volvió un material muy cotizado y ese
imperio era nuestra herencia.
En la entrada
de las oficinas me espera Luis, mi mano derecha:
- Buenos días,
¿cómo va todo?
- La CCC nos
contactó, los jefes de la nueva división quieren una reunión.
- ¿Qué buscan?
- Quieren usar
nuestras carcasas en sus nuevos juguetes.
- Pero la CCC fabrica
sus carcasas, ¿No hacen las de Michael y Nigel, los pilotos de Ferrari?
- Así es, pero
esperan ventas masivas en América, y los costos de las carcasas deportivas son
muy altos, quieren algo más ligero a menor costo, esto podría ser el negocio
del siglo, y creo que debemos entrar.
- Suena bien, aunque
tengo dudas sobre la manera en que operan los androides, una cosa es tenerlos corriendo
autos y otra involucrar sentimientos, ¿cuándo quieren la reunión?
- Pasado
mañana.
- Programa la
reunión e investígalos, quiero saber cómo funcionan los androides y quién los
programa, y quiero saber la diferencia que tienen sobre los androides comunes.
Esa noche,
mientras trato de dormir, sigo preguntándome: ¿cómo harán los androides?, ¿cómo
estarán programados?, ¿despertarán sentimientos en la gente?, de ser así, el
negocio del siglo podría terminar en la ruina del milenio.
Al día
siguiente, Luis me esperaba con los datos necesarios para la entrevista:
- Gordon
Cromwell y Francis Hammond son dos de los programadores y hackers más temidos
de Europa, los expulsaron de Oxford por mala conducta, no hay muchos detalles,
pero hay rumores acerca de una mafia que se dedicaba a traficar con cualquier
información que pudieran obtener en la red, se rumora que ellos eran los
líderes de la organización.
- ¿Y qué hay
con la programación?
- La CCC y Joy
Division no dan información, pero hice un par de llamadas y el
funcionamiento es muy sencillo: obedecen órdenes, pueden seguir varias series
de instrucciones, analizan la información y pueden sugerir cambios; los
androides de Cromwell y Hammond se diferencian en que pueden memorizar instrucciones,
ordenarlas en una rutina y pueden hacer cambios en las instrucciones para
cumplir su orden primaria: satisfacer al propietario en lo que quiera.
- ¿Entonces
estos androides razonan?
- De una forma
básica.
- Eso es justo
lo que me preocupaba, ¿cómo saber si no estamos abriendo la caja de Pandora con
esa programación tan independiente?
Justo acababa
de terminar la frase, cuando mi asistente abrió la puerta:
- Señor, los
señores Cromwell y Hammond están aquí.
- Hazlos pasar.
Segundos
después, un tipo alto, con el cabello ensortijado y negro, facciones duras y
ojos azules entró a mi oficina junto con un tipo bajo, de cabello negro
quebrado y ojos café claro, ambos vestían ropa casual y parecían más jóvenes de
lo que eran, el más alto se acercó:
- ¡Hola!, ¿qué
tal?, soy Francis Hammond, él es Gordon Cromwell.
- Mucho gusto
en conocerlos, ¿en qué podemos ayudarles?
- Bueno, mi
socio y yo hemos formado una compañía conjunta con la Corporación Matriz…
- Para ofrecer
los Satisfaction Maidens en
todo el mundo.
- ¡Muy bien!,
ya sabe qué ofrecemos, entonces sabe qué necesitamos.
- Suponemos
que necesitan carcasas de menor resistencia y costo que las deportivas.
- ¡Perfecto!, en
ese caso, podemos discutir los términos para que ustedes puedan proveernos de
lo que necesitamos.
Revisamos las
especificaciones e hicimos estimaciones, lo que Hammond y Cromwell querían
costaba menos de 25% de lo que costaba una carcasa normal, ellos aceptaron
pagarlo al 35% del valor de la versión deportiva, a cambio nosotros nos
convertíamos en proveedores de las carcasas en lugar de ensamblar los
androides, como normalmente se hacía, por los volúmenes de venta que se
esperaba, tuvimos que contratar más personal y ampliar la producción.
Cromwell y
Hammond inauguraron la nueva fábrica de Joy Division unos meses después,
cerca de la nuestra, al evento asistieron el Presidente y todo el gabinete, los
Primeros Ministros y Presidentes de los países miembros de la Confederación de
Estados del Sur firmaron acuerdos para facilitar el traslado de los Satisfaction Maidens semanas después;
a pesar del enorme éxito en ventas la Unión Europea había prohibido el producto,
lo que no impidió el contrabando a España, Francia, Polonia y los Balcanes;
toda la región árabe, que en un principio rechazó el producto, cayó acorralada
entre el mercado clandestino de los Balcanes, el de África y la zona de China e
India.
Un año después
de la inauguración de la fábrica en México, y a pesar de algunos problemas de
logística, Joy Division había vendido más de 250 millones de unidades, Cromwell
y Hammond se convirtieron en dos de los hombres más ricos del planeta,
confiados en el éxito de su producto, dedicaban sus vidas a dar ostentosas
fiestas y comprar autos de ensueño, para mis hermanos y para mí, todo ese
alboroto parecía encubrir algo más.
La red estaba
llena de rumores, había un problema con los androides de Joy Division, un
secreto que hacía renunciar a los programadores, a la CCC forrarlos en oro y
dejarlos desaparecer de la vida pública; los usuarios se quejaban que los
androides no coincidían con sus especificaciones, pero abandonaban las quejas y
se negaban a cambiarlos en cuestión de horas.
Mis hermanos
empezaron a presionar para obtener información sobre el error, pero al no tomar
parte en el armado de los androides no podía averiguar más, cuando el
nerviosismo de mis socios llegaba al límite, Cromwell y Hammond me enviaron un
regalo a través de James Murphy, el director de Joy Division en América.
No es difícil
imaginarlo, ante la desconfianza de mis hermanos, Hammond y Cromwell me
enviaron un ejemplar de muestra que no aceptarían que devolviera, yo acababa de
terminar una apasionada relación y ella se había mudado un día antes, sin
motivos para negarme, tuve que aceptar el producto.
- Buenas
tardes, León, tienes un paquete.
- Gracias,
Heidi.
En la sala hay
una caja con una nota, mientras se abren las ventanas del piso superior y el aire
fresco del Distrito Central entra a la casa, me acerco al paquete y leo la
nota:
“Estimado
amigo:
Aquí tienes un
regalo, como muestra de nuestro aprecio por toda tu ayuda, espero que lo
disfrutes y puedas disminuir la desconfianza de tus socios.
Con afecto:
Francis y
Gordon.
P.D. Suponemos
que será de tu agrado, si no, podemos cambiar lo que quieras.
No sé qué me
impulsó a abrir la caja; pudo ser curiosidad, la soledad, o haber perdido mi
relación más reciente; no lo supe entonces y no lo sé ahora, pero con el pulso
acelerado y la adrenalina a tope abrí la caja y admiré su contenido.
Adentro estaba
una de las Satisfaction
Maidens, parecía estar dormida, en su rostro había una sutil
sonrisa y un letrero dentro decía:
“¡Hola!, mi
nombre es Rita, para despertarme sólo llámame”.
La muñeca
tenía cabello rubio, corto, lacio, recortado a la altura del cuello, facciones delicadas,
nariz recta, labios carnosos, mentón redondeado y supuse, ojos verdes; brazos
delgados coronados por dos manos delicadas, de largos y finos dedos;
voluptuosa, de pechos grandes, vientre plano y grandes caderas que dejaban
imaginar un trasero saludable, muslos generosos y piernas torneadas.
- ¿Rita?
La muñeca abrió
los ojos, verdes, me miró y sonrió, el aparato que emite su voz tiene grabada
una especial, es grave pero lo suficientemente suave para que uno sepa que se
trata de una mujer, no una niña.
- ¡Hola!, ¿tú
debes ser León, cierto?
- Así es, soy
León.
- Mucho gusto
en conocerte, me dijeron que eres un viejo amigo de Cromwell y Hammond, y me
encargaron que te cuidara y te consintiera.
- ¡Vaya!, qué
original programación.
- ¿Programación?,
querido, ellos no nos programan, simplemente nos dan instrucciones.
Por un minuto
olvidé que los androides no consideran estar programados, un pequeño detalle,
común a todos, que los hace considerarse servidores de sus creadores, sólo
cumplen las instrucciones que ellos les dan.
- Disculpa,
León, ¿podrías ayudarme a salir?
- Claro, Rita,
disculpa.
Cuando la
ayudé a salir entendí el éxito de ventas, daba la impresión de ser una mujer
real, la piel no parecía sintética, era silicón de última generación, sus
movimientos eran naturales, cuando liberé sus piernas y ella pudo salir, me di
cuenta que anatómicamente era perfecta.
- Eres más
guapo de lo que me dijeron, ya que me despertaste y me ayudaste a salir, déjame
agradecerte como es debido.
Antes que
pudiera hacer algo, me lanzó al sillón, se abalanzó sobre mí y empezó a
quitarme la ropa a tirones, de poco sirvió que tratara de detenerla, supuse que
este encuentro había sido preprogramado, así que me dejé llevar.
A la mañana
siguiente, desperté, salí a la terraza y llamé a Luis para contarle lo que
había pasado, él me contó que había rumores sobre una revisión general de los
550 millones de androides de Joy Division, al mismo tiempo, el gobierno
de China, impulsado por los propietarios de los androides, estaba considerando
una regulación para impedir la revisión y el posible deshecho de los Satisfaction Maidens, aún no se sabía
qué estaba motivando la revisión y la reacción extraña de los chinos.
Mientras
desayunaba, escuché unos ligeros pasos en la escalera, segundos después,
cubierta sólo por la playera con la que había llegado, la muñeca se sentó en el
comedor, tenía el pelo revuelto y una sonrisa que le daba un toque muy
realista, me miró y dijo:
- ¡Que noche!,
eres mejor de lo que me habían dicho.
Por un momento
no reaccioné, me pareció natural su respuesta, pero sólo por un segundo:
- ¿Qué? ¿Qué
acabas de decir?
- Que eres mejor
de lo que me habían dicho, por lo que sé eres apasionado, pero lo de ayer fue
asombroso.
Me puso de mal
humor, dejé mi departamento para ir a trabajar mientras ella se recargaba,
decidí llamar a Murphy para saber qué pasaba y él me puso en contacto con
Cromwell.
- ¡Buenos
días!, ¿Qué te pareció el regalo?
- ¡Déjate de
bromas!
- ¿Qué pasa?,
¿Acaso hizo algo que no te gustó?
- No, el
problema no es ella, sino los imbéciles que la programaron.
- ¡Ah!, ¿Un
error entonces?
- ¡Me refiero
a ustedes!, ¿Qué clase de broma es esta?, ¿Es algún tipo de venganza?
- ¿Por qué no
mejor explicas lo que pasó y lo aclaramos?
- ¡Tiene
información sobre mí!, ¿cómo puede saber eso si ustedes no lo programaron?, ¡Una
cosa son los negocios y otra que me espíen!
- Espera, ¿Qué
fue exactamente lo que te dijo?
- Dijo que
había sido mejor de lo que le habían dicho, y que había sido asombroso.
- ¿Y lo fue?
- ¡Ese no es
el punto!, ¿Cómo puede hacer comparaciones?
- Hay dos
posibilidades: una, que se conectara al organizador de tu casa; otra es que buscara
datos en la red sobre ti.
- ¿Qué?
- La opción de
la casa es más lógica, el sistema de video no está codificado para androides.
Tuve que
admitir que tenía razón, el argumento era lógico y plausible, pero al colgar me
di cuenta que la explicación estaba llena de agujeros, no era posible que los
androides tuvieran ese nivel de programación, eso los convertía en máquinas mucho
más sofisticadas que los androides deportivos, ésos no podían modificar sus
objetivos, pero los Satisfaction
Maidens estaban empezando a buscar datos por sí mismos; ahora
estaba más preocupado que antes.
Al llegar a
casa, la preocupación sobre los androides se convirtió en certeza.
Encontré la
casa a media luz, la mesa puesta y el delicioso aroma de pasta italiana, fue
agradable hasta que deduje que todo era obra de Rita, quien en ese momento bajó
la escalera, llevaba un vestido negro que le quedaba a la perfección, el
maquillaje resaltaba su piel blanca, los ojos verdes y los labios carnosos
pintados de rojo intenso, sonrió al verme llegar y dijo:
- ¿Día duro en
la oficina, amor?
- Bastante, me
peleé con un tipo.
- Algo supe,
la computadora de Joy Division me avisó sobre tu discusión con Cromwell.
- ¿Para qué te
conectaste?
- Para ver qué
podía pedirte, llegué con muy poca ropa y no es la más adecuada para una cena
así, ¿no te parece?, además, descubrí que todo lo que pidas para mí no tiene
costo, de modo que me ordené un guardarropa nuevo.
- ¿No tendrías
que haber preguntado?
- ¿Te molesta,
corazón? – su rostro expresaba tanto asombro que parecía real.
- No, pero
supuse que necesitabas autorización.
- Si hubiera
tenido costo te habría preguntado, pero al ver la orden pensé que no valía la
pena molestarte, además, ¿no te gusta cómo me veo?
Su sonrisa me hizo
pensar que no había nada de malo, que lo había hecho para satisfacerme, todo
eso provocado por el procesador de un androide, era para aterrar a cualquiera.
Luego de la
cena, Rita se quedó conmigo viendo una película, cuando quise subir a dormir, me
di cuenta que estaba en reposo, cuando me moví se reactivó y dijo:
- Disculpa, me
quedé dormida, ¿subimos a acostarnos, amor?
Debió ser el
sueño, tal vez la soledad, quizás que nunca he tenido una relación estable, puede
que fuera el hartazgo de no encontrar con quien compartir mi rutina; no lo supe
entonces, no lo sé ahora y creo que jamás lo sabré, contesté:
- Claro,
subamos a dormir.
Cargué a Rita
hasta la cama, ella me abrazó y suspiró, así, abrazado a una muñeca que no es real,
pero lo parece, que es falsa pero muy real, me quedé dormido.
Al día
siguiente me despertó el teléfono, con Rita entre mis brazos, contesté:
- ¿Bueno?
- ¿León?,
siento despertarte, pero creo la Joy Division está en problemas.
- ¿De qué se
trata?
- Al parecer van
a llamar a un recall para
todos los Satisfaction
Maidens a nivel mundial.
- ¿No será por
defectos en las carcasas, o sí?
- No, es algo
extraño, la red está reportando que las personas se están negando a atender la
revisión, al parecer todos creen que los androides se enamoraron de ellos.
- Tienes que
estar bromeando.
- Ojalá, en
Gran Bretaña y en Japón la gente se está ensañando con la Joy Division,
en África ya prohibieron la revisión y en Australia y Nueva Zelanda el
Parlamento pretende aprobar una ley que impida desechar los Satisfaction Maidens; están
paralizando las ventas a nivel mundial y en los Estados Confederados y la
República de California ya están investigando la situación, aquí el Presidente Martínez
piensa abrir un foro de debate, en Bolivia y Venezuela ya están prohibiendo la
entrada a Cromwell.
- Ya lo estoy
viendo, después te llamo.
Era asombroso,
Cromwell había sido expulsado de la República del Río de la Plata, los dueños
de los androides se negaban a someterlos a revisión por lo que la red empezaba
a reportar como el error de programación más espectacular en la Historia,
Hammond había perdido la batalla en Rusia antes de empezarla, le prohibieron
anunciar el recall y
lo obligaron a abandonar el país en tanto no se estableciera qué estaba
pasando, se abrían investigaciones en todo el mundo, para las ocho de la noche,
Cromwell pudo establecer una suspensión de la investigación en México y dejó a
Hammond para ofrecer explicaciones en Nueva Delhi, Luis me llamó para avisarme
que Cromwell quería verme al día siguiente para hablar sobre lo que pasaba, no
debí aceptar, pero la curiosidad pudo más.
Para ese
momento la red informaba que la programación creada por Hammond y Cromwell entraba
en conflicto con los parámetros de control estándar en los procesadores de los
androides, lo que los llevó a desarrollar una forma más avanzada de
razonamiento al aplicar su orden primaria: satisfacer al cliente.
Francis
Hammond y Gordon Cromwell acababan de crear la inteligencia artificial por accidente,
al querer sacar el producto al mercado lo más pronto posible, ignoraron las
advertencias de los programadores que anticiparon los problemas que el código
provocaría, aunque los verdaderos alcances del error estaban por verse.
Mientras el
mundo caía sobre Cromwell y Hammond y yo permanecía frente a la televisión,
dominado por esa sensación que tenemos cuando sabemos que estamos viendo algo
que será recordado por siempre, Rita se había levantado, había hecho el
desayuno, se conectó a la red y se quedó dormida, luego que acepté la
invitación de Cromwell, Rita vino para cambiarme la vida.
- Oye, tengo
una duda, ¿por qué Cromwell y Hammond tienen problemas?
- Se supone que
sus productos tendrían que seguir las instrucciones que les dieron, pero al
parecer pueden decidir cuáles obedecen y cómo.
- ¿Eso es un
problema?
- Sólo para
ellos, los androides resultaron tan humanos que la capacidad para razonar está
haciendo que la gente quiera protegerlos.
- ¿Y por qué
planean destruirnos?
- En realidad
no sé si eso planean, sólo han llamado a una revisión, pero nadie hace caso.
- ¿Sabes qué
es el Protocolo Lauda?
- ¿Dónde
escuchaste eso?
- Está en la
base de datos de Joy Division, estuve buscando información que podría
servirte.
- ¿No
preferirías ayudar a Cromwell y a Hammond?
- Ellos me crearon,
pero yo fui quien te buscó, que me enamorara de ti no es cosa suya, soy tuya
porque quiero serlo, no porque me lo ordenaran.
- ¿Qué?
- Así pasa con
todos, tratamos de conocerlos antes de ser enviados con ustedes, así sabremos
si nos gustará o no, ya se han dado casos de intercambios, para facilitar las
cosas.
Entonces
entendí por qué Joy Division ensamblaba y programaba los androides sin
ayuda; entendí las razones de los que renunciaron y que no quisieran hablar; el
error no era fatal, no era peligroso, pero era muy grande para ignorarlo; sólo
Hammond y Cromwell podían pensar que no tenía importancia y conectar a los
androides a la red antes de embarcarlos, ellos usaron la conexión para buscar
información y controlar el servidor de la compañía.
- ¿Me estás
diciendo que ustedes eligen con quien quieren estar?
- Así es, y
casi nadie se arrepiente de su decisión, como yo.
La cosa se
ponía más intensa, los ojos de Rita, si es que tal concepto puede combinarse
con el de un androide, expresaban ternura, cariño, casi amor hacia mí; confundido,
pensando en todo lo que se había venido encima, decidí ir a tomar un trago, me
excusé con Rita, ignoro porqué, y salí.
Regresé a casa
tarde, ella, sin esperar a escuchar disculpas, me quitó la ropa y me pidió que
la consintiera, sin pensarlo, tuve sexo con ella, tierna y delicadamente, de
una forma que no sabía que existiera, casi me atrevería a decir que hicimos el
amor.
La noche
siguiente fui hacia la fábrica de Joy Division con Rita, todos estaban
reuniendo documentos y androides en una bodega, después de unas horas el lugar
se fue vaciando y Cromwell me recibió en la terraza de las oficinas, el cielo
amenazaba con soltar una tormenta mientras los últimos empleados salían del
lugar.
- León, que
gusto verte.
- Igualmente,
Gordon.
- No sabes la
locura que se ha desatado, ¿supiste que la gente se está volviendo loca con
estos androides?, justo como lo predijiste, ojalá te hubiéramos hecho caso.
- Me parece
que hay algo aquí que no cuadra, Gordon.
- ¿Qué, amigo?
- Estás reuniendo
toda la evidencia en una bodega, ¿algo que hayas planeado y no sepamos?
- ¡Claro que
no!, es para facilitar la investigación, León.
Justo entonces
llegó un mensaje a mi celular:
“Te está
mintiendo, quiere aplicar el Protocolo Lauda”
Le solté la
bomba a Cromwell:
- ¿Vas a aplicar
el Protocolo Lauda?
Cromwell me miró
y dijo:
- ¿Te está
enviando mensajes?
- Por supuesto.
- ¿Te habló
sobre el botón de la Singularidad?
- No.
- Hay un
comando que destruye a los androides, sólo puede ser activado por Hammond o por
mí, el Protocolo Lauda consiste en destruir todo lo que hemos hecho los últimos
dos años, incluyendo, claro, las pruebas de la singularidad Clark, que es el
nombre del error de programación; la verdad no creímos que habría que usarla,
calculamos que la singularidad se presentaría en un par de años más al menos,
planeamos una revisión general para poder destruir a los androides, pero eso se
acaba de ir al demonio, y ahora necesito eliminar todas las pruebas.
- Espera, ¿eso
significa…?
- Exacto, por
eso no podemos aplicar el protocolo a la vista de todos, ya que el número de
víctimas potenciales es enorme, es por eso que necesitamos un chivo expiatorio.
Antes que pudiera
reaccionar me apuntó con un revólver, no podía hacer nada, no esperaba que esos
imbéciles estuvieran tan desesperados como para matar a 550 millones de
personas para encubrir sus errores y salir impunes.
- La policía
no se va a tragar esto, Gordon.
- Claro que lo
harán, conocen tus declaraciones y las de tus hermanos, eso nos da el motivo
perfecto; las investigaciones de Luis son el marco ideal para la historia de un
hombre que enloqueció y pretendió destruir la “amenaza” que se cierne sobre el
mundo, todo saldrá bien al final.
Cromwell tiró
del gatillo, pero algo se interpuso entre la bala y yo, el tiro alcanzó en el
rostro a Rita, que había salido del auto para salvarme.
- ¡Maldito!
No puedo
explicar mi reacción, no es lógico que una persona se lance sobre un hombre armado
para defender a un objeto; ¿pero realmente podía llamarla un objeto después que
me ayudó? ¿Qué tan humano sería dejar que la destruyeran, aunque salvara mi
vida? ¿Y más cuando difundió la información que encontró y avisó a la policía
antes de salvarme?
Mientras se
desataba la tormenta y los rayos abatían el Distrito Central, Cromwell me dio
una patada y me tiró al suelo, volvió a apuntarme con el revólver, y dijo:
- Hasta nunca,
amigo.
De pronto se
congeló, miró hacia un punto arriba de mi cabeza: Rita no estaba; Cromwell miró
a todos lados, escuchó un ruido y disparó a la pared; un golpe metálico y metió
una bala en la tubería; otro ruido junto a la instalación eléctrica y un
disparo voló el candado; se escuchó un golpe pero no pude ver bien que pasó,
sólo vi como Gordon dio media vuelta y vació los tiros que le quedaban sobre
Rita, ella lo empujó y él cayó contra los cables, nada detuvo a los 10 mil
voltios que corrían por esa instalación al atravesar su cuerpo.
Dicen los que
lo vieron que recogí a Rita y corrí a mi auto ante la mirada incrédula de los
policías, que desactivaron la terminal que Cromwell tenía del Botón de la
Singularidad.
Francis
Hammond se convirtió de la noche a la mañana en el enemigo público número 1,
escapó de Nueva Delhi luego de abandonar su terminal del Botón ahí, tuvo la
mala suerte de tomar una avión privado que supuestamente iba a llevarlo a
Siberia, el capitán Robert May, piloto del avión, desvió el vuelo mientras
Hammond dormía y lo entregó en Nueva York a la Interpol, un tribunal
internacional lo condenó a muerte por intentar aplicar el Protocolo Lauda junto
con Cromwell y la sentencia se cumplió 15 días después.
Una
investigación concluyó que la Singularidad Clark se había presentado en todos
los androides de la Joy Division; y cualquier androide que usara el
código Cromwell/Hammond estaría dotado de inteligencia artificial.
Un mes después
la Asamblea de la ONU decidió que 1250 millones de habitantes adicionales eran
suficientes para el planeta, prohibió el Código de Programación
Cromwell/Hammond y la Singularidad Clark se convirtió en el estudio prioritario
de todos los programadores, los países protegieron los derechos de los
androides y los declararon libres; aunque ninguno de ellos declaró sus
intenciones de abandonar al propietario, la sociedad se acopló y ahora
considera a los androides inteligentes como parte del mundo.
Yo me pasé
seis semanas en el Infierno, primero tratando de localizar a Nigel Clark, quien
había descubierto la singularidad y era el único que podía reparar el daño que
las balas de Cromwell le causaron a Rita; después cuando se negó a ayudarme,
cambió de opinión cuando le conté cómo ella me salvó, le tomó cuatro semanas
reparar el procesador y otras tres recuperar su memoria.
Hace dos días
Rita despertó, la miré a los ojos, aterrado de que no me reconociera, de pronto
sonrió con ese encantador gesto suyo y dijo:
- Hola, amor,
han pasado siglos.
Mis hermanos dicen
que estoy loco y que no entiendo el verdadero amor; yo sólo sé que, de estar
vivos, mis padres, los últimos románticos del mundo, aprobarían mi decisión, en
el fondo, eran más radicales que yo, y más liberales y románticos que mis
hermanos.
El clima del
Caribe es hermoso, Rita y yo estamos arreglando una casa a orillas del mar, a
pesar que le conté lo que ha pasado ella no quiso dejarme, dice que es mía y
que siempre lo será, y que es afortunada de haber tomado la decisión de venir
conmigo.
Lo cierto es
que Rita me eligió, y nadie puede probar lo contrario.