domingo, 27 de agosto de 2017

El Mensaje

La mañana comenzó como cualquier otra, la alarma la despertó y en cuanto abrió los ojos y tomó el teléfono, notó el mensaje de voz, Alberto no dejaba de decirle cosas lindas desde que comenzaron a salir, apenas unos meses antes, después de toda una vida de conocerse.

Después de sonreír al recordarlo, se estira perezosa en la cama, no quiere levantarse, pero tampoco quiere quedarse ahí si él no está, de modo que se levanta y va por su primer café del día, el que siempre la pone en acción.

Al llegar a la cocina, las luces se encienden y una música suave llena la estancia, en cuanto se prepara y sirve el café, toma el control y enciende la televisión.

Antes de ver la pantalla, su celular vibra recordándole el mensaje pendiente, la chica vuelve a sonreír, y dando la espalda a la transmisión, toma el teléfono y entra al buzón de voz:

“Hola, pequeña”

Que voz tan linda tiene.

 “Sólo quería llamar para decirte lo mucho que te amo”

Siempre tan detallista.

“Contarte que recuerdo cuando nos conocimos, hace tantos años; recuerdo nuestras charlas en el parque, a la luz de la luna; recuerdo cuando nos agarró la lluvia en el parque y nos dimos nuestro primer beso bajo un árbol; recuerdo todas las tardes que he compartido contigo”

Típico, siempre con un ojo en el pasado y otro en el futuro.

“Recuerdo tu rostro, tus ojos, tus labios, tus mejillas, la forma tan encantadora en que te sonrojas cuando me ves. Recuerdo tu cuerpo perfecto y cómo siempre encuentras tu lugar entre mis brazos. La forma tan linda en que me abrazas y con un beso me haces sentir bien, sin importar lo que haya pasado”

Qué barbero, algo ha de querer.

“Recuerdo todo eso, y muchas más cosas que ya no tengo tiempo de decirte, y eso me hace sentir una profunda tristeza”

¿Qué?, ¿de qué carajo está hablando?

“Tristeza de que no podamos vivir más cosas juntos, tristeza porque todo nuestro amor será desperdiciado, tristeza porque todo lo bello que hemos compartido será evaporado”

¿Qué diablos le pasa a este imbécil?

Se hace el silencio del otro lado de la línea, un sollozo interrumpe el silencio.

Algo muy malo está pasando.

“Traté de conseguir cómo salir en cuanto supe la noticia, te podrás imaginar que fracasé. Te fallé… te fallé y jamás voy a perdonármelo… siempre te recordaré Diana, y espero de todo corazón que nunca escuches esto, sé que tienes el celular al lado, y que falla cuando recibes mensajes de voz muy largos”

Dios mío.

“Te dejo este mensaje rezando para que fastidie tu alarma y no te despiertes a tiempo, deseando de todo corazón que te quedes dormida, y que no abras los ojos y veas lo que está pasando… si tú tienes razón, y hay un Dios amoroso esperando del otro lado, espero que te deje dormir y despiertes cuando todo haya pasado… si tienes razón, y por primera vez en mi vida espero de todo corazón que la tengas, te estaré esperando”

Diana está paralizada por el miedo, hasta ese momento se da cuenta que una tenue luz azul baña su sala, mira la pantalla de su televisor sin soltar su teléfono, y empieza a llorar en cuanto ve la transmisión.









“Te amo, Diana”

Mientras las lágrimas corren por sus mejillas, el contador llega a cero.

La luz más brillante que ha visto en su vida se refleja en la pantalla de la televisión.

Paralizada por el miedo, Diana murmura:

- Yo también te amo.