miércoles, 9 de enero de 2013

Perfección

Ella permanece sentada, indiferente, lejana, como si ignorara todo lo que pasa a su alrededor, perezosamente sube uno de sus brazos en el respaldo de la banca, el viento helado que cubre toda la ciudad mueve ligeramente su cabello dorado, con un ligero movimiento de su largo cuello, la chica aleja un mechón de su rostro, dejando al descubierto dos enormes y hermosos ojos azules; una nariz respingada, del tamaño justo; unos labios perfectos, dulces y besables; una belleza incomparable…

- ¡Ella va a ser mía!
- ¡Ni lo sueñes, miserable!

Sin mayor advertencia, el hombre hace surgir un revólver, le apunta a la mujer que tiene enfrente, la cual, por su parte, ha desenfundado una pistola automática, después de todo lo que han hecho, ninguno de los dos está dispuesto a dejar que el otro se quede con la chica, ella, por su parte, bosteza mientras ve este duelo, ha visto ya tantas escenas parecidas, tantos que han muerto por querer poseerla… ya está cansada de eso.

La chica rubia, que descansa perezosamente en la banca del parque, se llama Afrodita… o mejor dicho, ese es el nombre en clave con el que la conocen los que saben de su existencia, entre ellos se cuentan Francisco Alonso y Carmina Vega, quienes han eliminado ya a casi todos los que conocen el secreto de Afrodita… la chica perfecta.

En la tercera década del siglo, Salvador Miró, un experto en genética, logró crear tratamientos que corregían casi cualquier defecto que pudiera tener el cuerpo, con el tiempo, derivó de la investigación científica a la cosmetología, creando todo tipo de productos contra las imperfecciones del cuerpo, hacia el final de su vida, el Doctor Miró trató de lograr un sueño quimérico que lo acompañó durante toda su existencia… la creación de un ser humano, de género femenino, que tuviera la belleza perfecta.

Muchos lo tildaron de loco, pero Miró no escatimó dinero, esfuerzo y dedicación a conseguir su ideal, manipuló durante años la constitución genética de diferentes embriones, muchos de los cuales dieron origen a algunas de las mujeres más hermosas que ha visto la humanidad, pocos saben acerca de esta investigación, menos aún son los que conocen el resultado de los estudios del Doctor, casi nadie sabe (sabía) sobre el éxito total que coronó el final del sueño delirante de Salvador Miró…

Pocos años después del nacimiento de Afrodita, el Doctor Miró falleció, antes de morir había destruido sus archivos y expedientes, los nombres de sus bellos “experimentos fallidos” desaparecieron, junto con el informe final y la identidad real de la chica perfecta, la mujer con la belleza ideal, arrolladora, asombrosa, con la que Miró siempre soñó… ninguno de sus amigos o colaboradores pudo rescatar nada, salvo un dato aproximado de la ubicación de la mujer perfecta, todos, sin excepción, esperaban cortar la delicada flor que Miró había logrado, en cuanto ésta brotara; al principio, colaboraron como un equipo, localizaron a Afrodita y observaron como su perfecta belleza se desarrollaba, con el paso de los años, algunos de los que conocían quién era y qué hacía especial a la chica fueron falleciendo, algunos de causas naturales, otros, en accidentes variados, algunos más, abandonaron la espera por voluntad propia, sólo los más jóvenes entre este grupo de privilegiados perseveraron, así, al cumplir Afrodita los 20 años, una pequeña célula formada por Raúl Alfaro, Mario Rivera, Sonia Robles, Julieta Barranco, Francisco Alonso y Carmina Vega, eran los únicos que seguían tras la belleza perfecta…

Mientras los supervivientes de la batalla, Francisco y Carmina, tienen el duelo final en un parque, frente a la impasible Afrodita, uno de los que abandonaron la espera por voluntad propia, Héctor Martínez, en otro tiempo asistente personal del Doctor Miró, es duramente interrogado por la Policía Federal, le siguen la pista a varias muertes violentas ocurridas en los últimos días, han llegado hasta él por la relación que tenía con todos los fallecidos, los policías le han dado detalles de las muertes ocurridas…

Al acercarse el momento que todos sabían que habría de llegar, Francisco trató de tomar ventaja asesinando a Mario, que estaba encargado de la vigilancia que el grupo tenía sobre Afrodita, antes de degollarlo, logró hacer que le dijera la ubicación exacta de la chica, ahora sólo él podría poseerla…

Sonia y Carmina, por su parte, tejieron una pequeña alianza y utilizaron a Julieta para que robara esa información a Mario, una vez que averiguaron dónde se encontraba exactamente la chica, Carmina ejecutó a Julieta…

Sonia nunca pudo completar la segunda fase del plan, que consistía en secuestrar a Afrodita para después decidir entre ella y Carmina quién se quedaría con la mujer perfecta, Raúl la interceptó, le sacó la información y la ahorcó en un árbol…

Francisco supo que Mario había hablado cuando vio que Raúl también cercaba a Afrodita, la mala suerte de Raúl quiso que Francisco fuera un excelente tirador, jamás pudo acercarse siquiera a esa belleza perfecta, que los había llevado a todos al borde de la locura…

Carmina, por su parte, no lamentó demasiado la muerte de Sonia, tomó con filosofía la jugada de Raúl y lamentó la falta de inteligencia de Francisco, que había desatado todo ese aquelarre, lo interceptó luego de que secuestró a Afrodita, y ahora, en el parque, ambos decidirían por fin quién se quedaría con aquella diosa…

…los agentes encargados del caso no están convencidos del todo, ¿realmente Héctor abandonó la espera por voluntad propia?, la presión ejercida sobre el hombre los lleva a descubrir el secreto que convirtió el sueño del Doctor Salvador Miró en una pesadilla:

- ¡Si, está bien, lo reconozco!, hace poco pude descifrar el sentido de algunas de las notas que Miró dejó por ahí, fueron sus últimas palabras las que me dieron la clave… “ella no es perfecta” fue lo que dijo… ¡y créanme que no lo es!

Dos disparos suenan en lo profundo del parque, las aves escapan debido al estruendo, un cuerpo yace en el suelo, el disparo le atravesó limpiamente el corazón…

La chica rubia se levanta perezosamente, desdeñosa y prepotente como sólo su belleza le permite serlo, se acerca hasta la figura que, jadeante, observa el cuerpo sin vida de Francisco que yace en el pasto frente a ella, la bala que escapó hace unos instantes del revólver humeante ahora está incrustada en un árbol, Sonia logró vencer sin un solo rasguño, la chica perfecta la abraza y le dice, coqueta:

- ¡Muchas gracias! ¡Me libraste de ese extraño sujeto! ¿Cómo puedo agradecerte?
- No fue nada, Afrodita…

La hermosa chica toma por los hombros a Sonia, la estrecha fuertemente y le da un beso en la mejilla, acerca sus divinos labios al oído de la extasiada mujer y le dice:

- Mi nombre…

Un cuchillo sale de la manga del abrigo de la rubia, Sonia no se percata, en un veloz movimiento, la diosa clava el cuchillo en la espalda de la mujer, Sonia ni siquiera puede gritar por el asombro, clava la mirada vidriosa y aterrada en la hermosa chica, la bella retuerce el cuchillo dentro del cuerpo de la mujer, dejando una profunda y mortal herida…

-…no es Afrodita, estúpida.

La vida escapa por la espalda de Sonia, la chica de la belleza perfecta sigue sosteniéndola y no la suelta hasta que los ojos del cuerpo quedan fijos, sin expresión, reflejando solamente el terror paralizante que sintió la mujer en sus últimos momentos, la hermosa rubia deja caer el cuerpo y se aleja del lugar diciendo:

- Siempre pasa igual, al final ni siquiera saben mi nombre.

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