lunes, 20 de febrero de 2012

Ilusiones

Bruno no podía creerlo, la llamada que acababa de recibir lo había dejado boquiabierto, la voz al otro lado del teléfono lo llamaba sin éxito:

- Yo sé que es una muy mala noticia, pero tienes que aceptarlo, Ana está muerta...

Pasaron los días, luego las semanas, y finalmente, los meses, sin que Bruno pudiera hallar consuelo en ninguna parte, por lo que decidió retirarse unos días a una casa que él y Ana habían comprado a las orillas de un lago en el corazón de aquella región alejada de la capital.

Para él la pérdida de su amada había resultado devastadora, Ana era la única persona a la que Bruno había amado, con ella había aprendido los secretos del amor y habían compartido la vida durante mucho tiempo.

Pero lo que lo tenía sin dormir era la forma en que Ana había muerto...

Después de que él había salido aquella noche del departamento en el que vivían, alguien, a quien nadie pudo identificar, entró en su hogar mientras ella dormía, y sin la menor piedad o remordimiento, la asesinó a puñaladas...

Pese a las investigaciones de la policía, fue imposible dar con el homicida, quien al parecer había logrado evadir el largo brazo de la justicia.

Durante varios días, Bruno se dedicó a descansar, todo su organismo lo pedía por lo prolongado de sus llantos, que acudían a él cada que algún recuerdo de Ana lo asaltaba...

Sin embargo, una noche, después de una amarga pesadilla, Bruno se despertó bañado en sudor, su perturbador sueño lo había llevado a saber que Ana se esforzaba por comunicarle algo importante, su espíritu no encontraría descanso hasta lograrlo.

Mientras fueron pasando los días, Bruno se daba cuenta de la cantidad de fenómenos extraños que llenaban el entorno, él sabía su significado, estaba convencido de que pronto el asesino de Ana vendría por él para tomar su vida... ella estaba tratando de advertirle... quizás Bruno podría detener al homicida para que ella pudiera encontrar el descanso eterno...

Una noche, pasados unos días, la luna llena iluminó con toda su belleza la ribera del lago, el agua reflejaba cada destello de la luz del astro, dándoles un toque extraordinario a los argentinos brillos de aquellas tinieblas.

Los fenómenos ocurridos aquél día tenían a Bruno alterado, pero la llegada de la noche, con sus múltiples ruidos, resultaba particularmente tenebrosa, las voces que Bruno escuchaba, y que asumía eran enviadas por Ana, le había dicho que por fin conocería el ansiado secreto... ¡oyut áres aditrap im ed oterces le, oím roma, ehcon. atse!... si, la voz lo estaba guiando claramente... evalc al àres zul al... evalc al áres zul al... evalc al áres zul al... no cabía duda...

Las horas se enlazaron, Bruno perdió la noción del tiempo, tenía la impresión de que llevaba toda la vida esperando ese momento, sabía que, en esos instantes, toda su existencia se comprimía hasta esos espantosos minutos.

Vinieron a él todo tipo de visiones... sensaciones... presencias...

Cuando la luna llegaba a su cenit, la voz lo guió claramente...

...onitsed ut a náravell et ...solletsed sus...

Salió de la casa...

Frente a él, posado en la ribera del lago, estaba un hombre...

Sacó el cuchillo que llevaba...

Un grito llenó la oscuridad de la noche...

Destellos lunares bailaban sobre un cuerpo amorfo...

Acompañando un rugido animal a la orilla del lago...

Al ritmo de aquellos gritos que nadie olvidaría jamás...

Aquella vivienda permanece abandonada, los habitantes de la región le temen a lo que habita en las proximidades, muchos suponen que es algún tipo de superstición levantina de aquellos pequeños hombres envueltos en su propia lógica, algunos más creen que dicha superstición se encuentra relacionada con lo que se encontró, hace mucho tiempo, a la orilla del lago, frente a aquella propiedad, que ahora es sólo un fantasmal remedo de una casa, otros más, los menos cabe aclarar, dan plena validez a los relatos de los asustadizos hombres de la región, y aseguran, al igual que ellos, que en las noches de luna llena seres luminosos provenientes del infierno ejecutan bailes macabros alrededor de aquella casa y aseveran que extrañas grabaciones se han conseguido en aquél lugar...

El día despuntó, y con sus rayos el sol iluminó todo el lago...

Varios campesinos encontraron un cuerpo...

Se encontraba terriblemente mutilado...

Al parecer, se había lastimado a sí mismo con el cuchillo.

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